La construcción, el servicio y la venta de automóviles en la segunda etapa del siglo XX, es un elemento muy importante para las economías del mundo de los países industrializados debido a los empleos generados y a la circulación de dinero en torno a esta industria.
Francia y Gran Bretaña fueron los primeros países que apoyaron el desarrollo generalizado de vehículos eléctricos, siendo un inventor francés el que mostró por primera vez un automóvil de tres ruedas en la feria de la Electricidad de París y los 100 km/h se quebraron en 1899.
En los Estados Unidos los automóviles eléctricos desarrollados por Anthony Electric, Baker, Detroit, Edison y Studebaker, entre otros, a principios del siglo XX tuvieron un éxito comercial limitado debido a las limitaciones tecnológicas y la baja velocidad máxima.
El primer vehículo eléctrico moderno lanzado en los EE.UU. y producido a escala por uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo fue el General Motors EV1 en 1996. Solo se podía adquirir como leasing. Hasta el año 1999 se fabricaron 1117 unidades con baterías de plomo y ácido (muy contaminantes), aunque hubo algunas variantes posteriores con baterías Níquel/Cadmio (NiMh) y Níquel/ Hidruro Metálico (NiMh), estas últimas de mayor duración.
Su producción fue un fracaso: se interrumpió en 1999, y todos los vehículos en uso fueron retirados del mercado entre 2003 y 2004.
Los que no fueron destruidos fueron donados a museos: no era rentable y representaba potenciales pérdidas por el aumento en las ventas de repuestos (forzadas por las regulaciones del gobierno que obligaban a disponer de repuestos durante un número de años).
Partía de la base de leyes estatales en California y en Arizona que obligaban a los fabricantes a sacar un porcentaje de unidades libres de emisiones tóxicas. Estas leyes fueron modificadas a pedido de las propias automotrices que contaron con el apoyo del lobby de las petroleras.
El EV1 fue el precursor del Chevrolet Bolt, que hoy es uno de los tantos modelos híbridos que se puede conseguir, que han resurgido después de un impasse. Pero la nota la está dando Tesla (TSLA) en los EE.UU., quizás la empresa más innovadora en la materia que jamás hubo. Aún pierde dinero pero al cierre de esta nota su valor de mercado supera los 33.000 millones de dólares.
Los que no fueron destruidos fueron donados a museos: no era rentable y representaba potenciales pérdidas por el aumento en las ventas de repuestos (forzadas por las regulaciones del gobierno que obligaban a disponer de repuestos durante un número de años).
Partía de la base de leyes estatales en California y en Arizona que obligaban a los fabricantes a sacar un porcentaje de unidades libres de emisiones tóxicas. Estas leyes fueron modificadas a pedido de las propias automotrices que contaron con el apoyo del lobby de las petroleras.
El EV1 fue el precursor del Chevrolet Bolt, que hoy es uno de los tantos modelos híbridos que se puede conseguir, que han resurgido después de un impasse. Pero la nota la está dando Tesla (TSLA) en los EE.UU., quizás la empresa más innovadora en la materia que jamás hubo. Aún pierde dinero pero al cierre de esta nota su valor de mercado supera los 33.000 millones de dólares.
La clave del éxito de esta empresa y su producto fue una mayor autonomía de las baterías de los autos, que además se concentran en los avances en las baterías de Litio en lugar de Níquel/Cadmio lo que, a su vez, permite una caída en el precio eléctrico.
En
estados unidos, las concesiones de estos aviones se dieron a particulares como
Henry Ford, quien comenzó con la puesta en circulación de los primeros aviones
de pasajeros.
Henry Ford fue el fundador de la compañía Ford Motor Company y padre de las cadenas de producción modernas utilizadas para la producción en masa.
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